lunes, 26 de septiembre de 2011

VIVIENDO NUESTRA PASIÓN.


Por: Ándres Gómez / Alumno 5° semestre

Dicen que de la vista nace el amor. Una buena demostración de esto fue la visita siete estudiantes del Bachillerato José Ramón Fernández al estadio Olímpico Universitario. 

Se trataba de cubrir el juego entre los Pumas CU y los Leones de la Universidad Anáhuac de Cancún, dentro de la jornada 4 de la Liga Mayor de la ONEFA. Y ahí, Santiago, Santi, se enamoraría del futbol americano.

Foto: Axel Langle / Alumno 3° semestre
La cita fue a las 9:00 de la mañana, tres horas antes del juego,  en la puerta G del estadio Olímpico Universitario. La puntualidad se hizo presente en los alumnos Axel, Guillén, Regina, Hugo, Mikel y Andrés, quienes llegaron a las 8:30 aproximadamente. Minutos más tarde el equipo que cubriría el encuentro en Ciudad Universitaria se completaba con la llegada de Ariagkne Colmenares y Carlos Cortés.

El ejemplo ya estaba puesto. Algunos alumnos se quejaban de la ausencia del profesor Víctor Miguel Villanueva. Llegando hasta la difamación: “seguramente está más crudo que nosotros  y se está comiendo unos chilaquiles”, bromeó Cortés.

Foto: Axel Langle / Alumno 3° semestre
Apenas daban las 9:20 de la mañana cuando el “Profe” llegó a la rampa de la puerta G. Entonces buscamos algo para desayunar y al fondo del estacionamiento 6, ubicado enfrente del Palomar, conseguimos unos tacos de canasta que nos dejaron el estomago tranquilo y a otros solo les completó la gula.

Pero hacía falta un compañero, Santiago, quien minutos antes había hablado para decir que estaba en la escuela. Resulta que el mas impuntual de todos había sido el más puntual. Santi llegó aproximadamente a las 10:20, nos explicó el por qué de su retraso: junto con su padre llegó al estadio a las 8:15 de la mañana, como no vio a nadie, se dirigió a la escuela. 

Foto: Axel Langle / Alumno 3° semestre
Ya todos se encontraban ansiosos, sobre todo Carlos que adora los deportes, por entrar al Olímpico Universitario, entonces nos empezamos a repartir las órdenes de trabajo. Después mandamos a Corcuera a tirar la basura, cuando regresó por fin comenzamos a bajar la rampa para entrar al estadio.

La tribuna principal estaba llena, tanto que nos tuvimos que sentar en doble fila; sin embargo, lo más impresionante fue la cantidad de aficionados que los Leones habían juntado. Era un pequeño resplandor anaranjado en las primeras dos filas de la planta alta de la tribuna del Pebetero. Decir que eran 100 hinchas de la Anáhuac, hubiera sido una exageración.

No pasaron mas de 10 minutos dentro del estadio cuando se escucha el primer grito. Pero no fue una goya. Fue un grito de la señorita Colmenares para hablarle al de las nieves y pelearse con él porque estaba muy cara; era una completa exageración, imagínense, costaba siete pesos. 

Foto: Axel Langle / Alumno 3° semestre

 A las 11:11a.m Axel entró a cancha. Jugueteando con su cámara y seguramente midiendo los niveles de exposición. Mientras que en la parte del Palomar, Corcuera se acercó sin duda alguna a la hinchada universitaria, la “Yarda 50”. Comenzó a platicar con ellos y resulta que el líder tenía un cargo importante en CONADE, así que decidió quedarse ahí la mitad del partido.

De repente,  algo me recordó las clases de historia del profesor Villanueva pues atrás se encontraba Hugo dándole una “cátedra” de historia del estadio olímpico a “Santi”. Entonces comenzamos a platicar con él, a explicarle que estar en el estadio Olímpico Universitario es más que solamente asistir a un partido de soccer o americano, que la pasión azul y oro se lleva desde las facultades hasta la cancha.

Santiago comenzó a encariñarse con la Máxima Casa de Estudios, cuando de pronto se escucha la primera Goya de la tarde, en manos de “la Paloma” capitán de la porra oficial de Pumas.

Foto: Axel Langle / Alumno 3° semestre
Minutos después, Villanueva le recordó a Regina desde el Palomar, y a base de señas, que su trabajo no era estar sentada viendo lo que pasaba. Si no entrevistar al profesor Carlos Rodríguez, quien ha mantenido la tradición de la Marcha de los Santos desde hace 45 años que su hermano lo llevó a ver el primer partido de americano de los Pumas.

El encuentro estaba cerca de comenzar, Ariagkne era de las que menos hablaban, sin embargo después los dejó a todos callados pues era la que más conocimientos tenía del fútbol americano.

Foto: Axel Langle / Alumno 3° semestre
 A las 11:57 se comenzó a escuchar el alarido de “Pumas, Pumas, Pumas”. La multitud pedía el regreso del equipo de la UNAM a casa y de la mano de la hinchada entraron los Pumas, portando cinco banderas, dos con el logo de la universidad, dos del equipo Pumas CU y una bandera de México, corriendo a la cancha para elevar las ilusiones de sus seguidores.

Ahí fue el segundo golpe de pasión que la UNAM le dio a nuestro compañero Santiago. El tercero fue casi seguido, cuando todos los jugadores se alinearon para entonar con orgullo y el apoyo de la afición el Himno Universitario.

Foto: Axel Langle / Alumno 3° semestre
El encuentro comenzó exactamente a las 12:03. Entonces Colmenares comenzó a platicar acerca del equipo de los Pumas y sabía bastante, pero sabía más del equipo de las porristas. Santiago no quitaba la mirada de la cancha y cada una de las anotaciones fue llenando sus ojos de la verdadera pasión auriazul. 

Mikel regresó para los últimos dos cuartos, pero se quedó dormido en el último, se le notaba medio cansado y el sol no ayudaba en nada, era un calor típico de CU al mediodía. 

Foto: Axel Langle / Alumno 3° semestre
El encuentro finalizó con una fulminante victoria de los Pumas,  repasando a la Anáhuac Cancún con un marcador de 67-0, correspondiendo a la fecha cuatro de la ONEFA. 

Todos, alumnos y profesor, coincidimos que habías pasado una tarde inolvidable en Ciudad Universitaria, disfrutando del futbol americano, del estadio Olímpico Universitario, de la victoria de Pumas CU pero, sobre todo, ensayando lo que será nuestra vida profesional.

No hay comentarios:

Publicar un comentario