Fotógrafo: Arturo Abiaca/Alumno Licenciatura |
Dentro de un domingo de fiesta a
medias, el cuarto encierro de la temporada chica en la Monumental Plaza México
finalizó sin que alguno de los miembros del cartel lograra culminar como máximo
triunfador, aunque Diego Emilio Rangel logró destacar por momentos, lo que le
valió para ser aplaudido.
El segundo novillo de la tarde de nombre Bondadoso, el único de
la ganadería de los Encinos, fue para Diego Rangel, quien inició su
presentación sin problemas al torear con el capote para pasarlo de largo y con
medias verónicas. Sin embargo, al cerrar el primer tercio, el novillo no fue
tan leal a su nombre, Bondadoso, al tirar al picador y al caballo, sin que
dicho incidente pasara a mayores.
De igual manera, al momento de iniciar el trabajo con la muleta,
mediante pases al natural, Diego tuvo problemas con el novillo, ya que este
volteaba la cara repentinamente, lo que ocasionó una serie de percances en los
que Rangel fue levantado, tras ser cogido del traje de luces en cuatro
ocasiones.
Fotógrafo: Arturo Abiaca/Alumno Licenciatura |
El sexto de la tarde, el segundo para Diego Emilio, de nombre
Cebolleto, mostró trapío desde que salió de la puerta de toriles, aunque para
este lapso al novillero se le vio cojear desde el principio de la faena, por
los golpes sufridos con su primer ejemplar; lo que propició que Rangel fue
cogido nuevamente por el novillo en varios momentos, al presentar los mismos
problemas de su anterior ejemplar.
La actuación resultó atropellada pero la valentía mostrada por
el novillero, que cada que era llevado a la arena, se levantaba para continuar
con la faena, lo que despertó el aplauso del público asistente al coso.
En tanto, Ricardo Frausto, durante su primer encuentro con el
novillo, tuvo que lanzarse a matar en dos ocasiones, ya que erró en su primer
intento, lo que lo alejó del gusto de los presentes.
En la primera estocada se quedó a la mitad y fue hasta la
segunda suerte suprema que lograría la estocada de buena manera. Para su
segunda faena, fue opacado por la lluvia que se hizo presente desde el inicio
hasta el final de su presentación, lluvia que provocó la ausencia de atención
en los tendidos en su último encuentro con el astado.
A Orlando Mirafuentes no le fue bien en el primer ejemplar de
Vallencinos, de nombre Jaralito, ya que el ejemplar se mostró falto de fuerza
en las patas delanteras y resbalaba al momento de llegar con el joven
novillero.
Fotógrafo: Arturo Abiaca/Alumno Licenciatura |
Más tarde, Orlando se recuperaría con Cotucho, su segundo de la
tarde, a quien espero de rodillas desde la puerta de toriles y recibió con un
pase de hombros con el capote.
Poco después el novillo cobraría su factura al levantar a
Orlando, sin que esto generara lesión alguna en el ruedo. El cierre de faena se
dio de manera poco ortodoxa, que se logró tras un resbalón que derivó en una
estocada de costado que puso fin al ejemplar segundos después.
La quinta novillada de la temporada chica se efectuará la tarde
del próximo domingo, sobre un ruedo de La Monumental Plaza México que aún
espera el surgimiento de un gran triunfador de la presente campaña.