¿Mafia o Afición?

Por: Carlos Reyes.

Académicamente, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) es la mejor del país. Futbolísticamente, tienen una de las mejores canteras y uno de los mejores equipos del país. ¿Y qué hay de sus seguidores? ¿Dónde está esa verdadera afición? 

Los orígenes de la Rebel se remontan a finales de los noventa, cuando 14 integrantes de “La Plus” (la porra de animación más grande de los Pumas en ese entonces) y 5 jóvenes más de la Facultad de Ingeniería, decidieron separarse debido a diferencias y disputas para formar un nuevo grupo de animación que apoyara al equipo durante los 90 minutos de juego sin descanso alguno, adoptando cánticos y el modelo de las barras argentinas.

La Rebel surge el domingo 18 de enero de 1998 en Ciudad Universitaria, en un partido entre Pumas y el Celaya, que los felinos ganaron por un marcador de  3-1. Aquel día fue cuando éstos 14 enardecidos aficionados apoyaron al equipo de pie durante los 90 minutos, cantando y brincando sin cesar. En sus orígenes fueron propuestos varios nombres para la barra, uno de ellos fue el de “Barra Libre” aunque se prefirió adoptar el nombre de Orgullo Azul y Oro (el cual es el nombre oficial de la barra) debido a la manta principal de la misma.

A raíz de esto y con el paso del tiempo, la Rebel ha crecido enormemente, y es hoy en día la barra más grande de México, además de ser temida por las demás porras de la ciudad y del país, debido al sentimiento y pasión que sus integrantes demuestran en cada partido, cantando cada una de las canciones que forman parte del repertorio de la Rebel, creando famosos gritos de guerra como él: “Cómo no te voy a querer, si mi corazón azul es y mi piel dorada. Siempre te querré”.

En la actualidad la Rebel cuenta con alrededor de 12 mil integrantes y ocupa toda una tribuna (el Pebetero) del Estadio Olímpico Universitario. La barra está organizada por barrios liderados por una o varias personas según sea el caso. Además es la única barra del futbol mexicano que cuenta con una “orquesta” completa, los llamados CAR’sC (Club Atlético los Rebel’s de la Canción), los cuales cuentan con el mayor número de bombos e instrumentos que musicalizan los cánticos.

“La Rebel surge con máximo 30 weyes, todos en un principio éramos tranquilos pero comenzaron a entrar los pseudoseguidores y esto jamás volvió a ser lo mismo” –comentó Fernando fundador de la misma.

“Recuerdo mi tercer cuarto partido, fue contra Santos, de repente llego un wey que la neta se veía bien chaca y se fue acercando poco a poco, logra llegar a nuestro lado y nos dice que si le podemos hacer esquina, eso para mí significa madrazos pero pues simplemente lo dejamos”.

Sin saber ni quien era este hombre llegó ese día para no irse nunca más. El Nariz le apodaban, un hombre mal encarado ahora un adinerado, poseedor de una Hummer, dos canchas de futbol 7 patrocinadas por Lotto, aproximadamente 5000 boletos para ver a los Pumas cada partido, cobra cuotas a los demás, todo un mafioso.

“Un día, después de estar chupando hasta las 8 de la noche fuera del estadio, al Nariz y a otros cuantos nos manda a llamar el rector de ese entonces, Juan Ramón de la Fuente, algo muy misterioso. Hugo Sánchez que era el entrenador estaba ahí también. Papá (Hugo) nos dice: ¡esto no puede estar pasando! Chivas viene y la mitad del estadio es suyo, América viene y la mitad es para ellos. La solución es volver a poner rejas para dividir y para evitar los conflictos entre barras. Nariz si logras organizar a estos salvajes te damos boletos y el apoyo que necesites”.

El Nariz acepta y comienza a controlar todo en la barra, pero muy a su manera. La directiva, el patronato y demás le comienzan a dar boletos para que el venda, aproximadamente 5000 por partido los cuales vende en el mismo precio de la taquilla. En el 2005 la marca de ropa deportiva Lotto le da 2 terrenos con la concesión de canchas de futbol 7. Gracias a él, se permite el ingreso de drogas, armas y alcohol. “Este cabrón es un hijo de puta… perdón pero es lo menos que se merece”.